El verano es la época ideal para ver estos fenómenos astrológicos ya que los cielos están despejados y por ello se pueden ver con claridad. Estos son pocos ya que al haber más luz y más horas diurnas, son más difíciles de que se produzcan.

Lluvia de meteoros de las Delta Acuáridas:

Las Delta Acuáridas son estrellas fugaces visibles a una altura media de 100 kilómetros, y que pueden disfrutarse desde zonas de baja contaminación lumínica. La zona de donde aparentan provenir las fugaces se produce en la constelación de Acuario. En comparación con las Perseidas es una lluvia menos intensa en cuanto a cantidad de meteoros observados, pero al ser estos más lentos, más largos y con estelas más persistentes pueden producir un mayor impacto visual en el observador.

Se produce entre el 12 de julio y el 23 de agosto, pero como indican desde IGN alcanza su máximo en torno al 30 de julio. Por tanto, se podrá contemplar este fenómeno con más claridad la noche del 30 al 31 de julio desde España.

Segunda superluna del verano:

La luna del esturión llega el 1 de agosto. Se llama del esturión porque es la época en que los nativos de Estados Unidos pescaban con más facilidad ese pez de gran tamaño en los grandes ríos y lagos del país.

Máximo esplendor de Mercurio:

Su máxima elongación este, justo después de la puesta del sol del 9 de agosto, las condiciones de observación serán las óptimas para poder observar a este planeta que es uno de los más dificiles.

Lágrimas de San Lorenzo o Perseidas:

Lluvia de estrellas que se produce en verano como consecuencia de la entrada de cuerpos celestes en la atmósfera terrestre. La noche del 12 al 13 de agosto tiene lugar el punto álgido de otra espectacular lluvia de meteoros, ya que la luna estará al 10% de su fase.

Saturno y sus anillos:

La noche para observar tanto a este planeta como a sus anillos será la noche del 27 de agosto, ya que este llega a su oposición, siendo más brillante que en cualquier otro momento del año.

Luna azul:

Se dará el 31 de agosto y será la tercera y última superluna del verano. Se denomina así cuando un mes del año tiene dos lunas llenas, por lo que solo se puede vislumbrar una luna azul cada dos o tres años, con pequeñas excepciones. 

Neptuno y Mercurio:

Neptuno aparece más brillante el día 19 de septiembre y la noche del 22 Mercurio alcanzará su máxima elongación oeste.