Los comicios dejan un escenario abierto y complejo para la formación de gobierno, con el PSOE como segunda fuerza y Sumar como tercera.

El Partido Popular ha ganado las elecciones generales celebradas ayer 23 de julio en España, con el 30,5% de los votos y 136 escaños, según los datos oficiales del Ministerio del Interior con el 99,9% escrutado. Sin embargo, el bloque de la derecha no consigue la mayoría absoluta, que está fijada en 176 diputados, al quedarse Vox con el 11,8% y 33 escaños, perdiendo 19 respecto a los comicios de noviembre de 2019. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reclamado desde el balcón de la sede de Génova el derecho a intentar formar gobierno y ha pedido que “nadie tenga la tentación de volver a bloquear España”.

El PSOE ha sido la segunda fuerza más votada, con el 28,7% de los sufragios y 122 escaños, lo que supone una caída de ocho respecto a las anteriores elecciones. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha reconocido la victoria del PP pero ha subrayado que “la mayoría progresista sigue siendo mayoritaria” y que su partido seguirá trabajando por “la convivencia, la justicia social y la modernización del país”.

La tercera fuerza política ha sido Sumar, la coalición liderada por Yolanda Díaz que agrupa a Unidas Podemos, Más País y otras formaciones de izquierda. Sumar ha obtenido el 14,9% de los votos y 31 escaños, mejorando los resultados de sus integrantes en 2019. Díaz ha celebrado el resultado como “un éxito histórico” y ha tendido la mano al PSOE para “construir una alternativa progresista y feminista” que frene a la derecha.

En el ámbito nacionalista, ERC ha sido la primera fuerza en Cataluña, con el 21% de los votos y 15 escaños, seguida por Junts, con el 19% y 13 diputados. Ambas formaciones han reivindicado el derecho a la autodeterminación y han exigido al Gobierno que cumpla los acuerdos del diálogo bilateral. En el País Vasco, el PNV ha revalidado su hegemonía con el 31% de los sufragios y siete escaños, mientras que EH Bildu ha sido la segunda fuerza con el 23% y cinco diputados.

Los resultados electorales dibujan un panorama político fragmentado y sin mayorías claras, lo que obligará a los partidos a negociar posibles pactos o abstenciones para investir al próximo presidente del Gobierno. Según el sondeo ‘flash’ del CIS publicado una semana antes de las elecciones, el PSOE era el partido preferido por los españoles para liderar un eventual gobierno de coalición, con un 38% de apoyo frente al 28% del PP. Sin embargo, las encuestas también reflejaban una alta indecisión entre los electores y una gran volatilidad en el voto.