Son las zonas que más han mejorado en los parámetros medidos en la segunda edición del Índice de Salud de las Ciudades, elaborado por DKV junto a la consultora IdenCity con el objetivo de estudiar y evaluar la salud en los entornos urbanos de 53 ciudades españolas.

Para ello, se toma como punto de partida la definición de la Organización Mundial de la Salud, que entiende la salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social, que debe ser entendido más allá de la ausencia de enfermedades. Por ello, el índice se estructura en cinco dimensiones de análisis: Salud de la poblaciónEntornoCondiciones socioeconómicas y laborales, Comunidad y Servicios de Salud.

Cada una está compuesta por un conjunto de indicadores que evalúan el estado de salud general de la población, sus determinantes socioeconómicos y las políticas sociosanitarias en la escala urbana, determinando el rendimiento de las ciudades con base en estándares de referencia consolidados en cada una de las temáticas evaluadas.

De esta manera, se reconoce el valor del entorno urbano como espacio donde se generan afectaciones particulares a la salud, producto de las dinámicas sociales y económicas allí predominantes, pero también el papel central que la escala local tiene para impulsar políticas que fortalezcan el estado de salud de las personas.

Fuente: El Correo Gallego